
lunes, 17 de noviembre de 2008
Mas fotos y recuerdos de la reunion de nov 2008







Le pregunté a Alejandro Bowers sobre su abuelo, Charles Bowers (hermano de Frank y de Helen y casado con Lina Maclean Murphy. y me contó que Charles fue uno de los primeros MBAs de Harvard ya que estudió y vivió en USA. Ya de vuelta en Buenos Aires comenzó a trabajar en el Frigorífico Wilson del cuál fue Presidente durante muchísimos años. Además, fue el fundador del Olivos Rugby Club, era una persona que le encantaban todos los deportes y muy activo en la comunidad británica. Tuvo cuatro hijos: Carlos (el Bebe), Alejandro, Esther y Lilian Bowers.
Carlos (el Bebe) se casó con Sofía Amaral y tuvo dos hijos: Hernán yCarlos Patricio
Alec tuvo dos hijos Alejandro por su primer mujer y Patricia por su segunda mujer en Bariloche
Esther se casó con Pavlovsky tuvo tres hijas: Ileana, Elizabeth y Marcela. Ileana y Elizabeth se murieron jovenes y muy trágicamente. Marcela Pavlosky estuvo en la reunión, se la veía muy bien y contenta de estar presente.
Carlos (el Bebe) se casó con Sofía Amaral y tuvo dos hijos: Hernán yCarlos Patricio
Alec tuvo dos hijos Alejandro por su primer mujer y Patricia por su segunda mujer en Bariloche
Esther se casó con Pavlovsky tuvo tres hijas: Ileana, Elizabeth y Marcela. Ileana y Elizabeth se murieron jovenes y muy trágicamente. Marcela Pavlosky estuvo en la reunión, se la veía muy bien y contenta de estar presente.
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Our guests with coronation chicken
La reunion del sabado 15 de noviembre





El sábado 15 noviembre 2008, nos reunimos un grupo de primos descendientes de Mulhall Bowers en mi departamento del centro. Los asistentes:
Alejandro Bowers
Hernan Bowers
Marcela Pawlovsky Bowers
Helen, Adolfo, Luis y Connie Eastman
Hernan Bowers
Marcela Pawlovsky Bowers
Helen, Adolfo, Luis y Connie Eastman
Lorna y John Murray
Maureen, David Mulhall
Kenneth Simmons
Carmencita, Dieguito y Juancito Rodrigué (que ya crecieron).
Maureen, David Mulhall
Kenneth Simmons
Carmencita, Dieguito y Juancito Rodrigué (que ya crecieron).
También vinieron Alicia Chiappe, Roxana Rodrigué y Carlos Baumann que, a pesar de su calidad de "outsiders" se integraron muy bien y dieron vida a la fiesta.
El reencuentro fue emotivo, había primos que no se veían desde hace 40 años y escuchamos historias que no conocíamos. Por ejemplo, yo no sabía que Bito, a los 18 años, vino de Colonia a estudiar a Buenos Aires y se quedó en la casa de Olivos de Charlie y Lina Bowers, donde se escapaba a la noche por la ventana para reunirse con amigos. Tampoco sabía que Adolfo, mi hermano, había estado tanto en la casa de Elsa en Pago Chico y que lo habían mandado al colegio en Coronel Suárez. Carmencita también contó que a los 6 años ya la mandaron al Michael Ham pupila, estuvo un solo año y después en el St Hilda`s durante 4 años más. Despuès, la mandaron pupila a un colegio de monjas españolas en Bell Ville y dice que ahí sufrió mucho durante dos años. Hernán Bowers estaba divertido como siempre y nos trajo fotos de sus cuatro hijas mujeres y de algunos nietos. Luis apareció con el cuadro de Charles Bowers con su hija Helen de 4 o 5 años. Ellos representaban a los Mulhall Bowers. En fin, fue tan lindo que nos gustaría encontrarnos otra vez y ya estamos planando fiesta para el año que viene. Si quieren agregar sus comentarios, serán apreciados!
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David Mulhall y Juan Rodrigué
sábado, 12 de julio de 2008
LOS MULHALL DE COLONIA, URUGUAY
Hablar de los Mulhall de Colonia, Uruguay, es abrir la caja de los recuerdos de mi familia. Desempolvar las historias de los cinco "inglesitos" que pasaron su infancia en ese pueblo dormido donde se destacaban por su candidez, su acento extranjero, sus risas y su amigo favorito, el río. Desde su casa de madera sobre una barranca, veían todos los días la puesta de sol. Nita, mi madre, era la segunda de los cinco hermanos: Bito, Nita, Haydée, Elsa y Mollie. Sus padres, Samuel y Helen, hablaban siempre en inglés y llegaron a Colonia con sus cinco hijos con una mano atrás y una adelante.
Sam, como le decían, era el menor de los once hermanos Mulhall de Buenos Aires y su padre Eduardo, junto con su tío, Michael, habían fundado el diario inglés "The Standard", un periódico en inglés que nutría a la comunidad británica en el exterior con todas las noticias del Río de la Plata. El abuelo Eduardo pensaba que lo mejor que podía darles a sus hijos era una buena educación y los envió a estudiar de dos en dos a diferentes capitales europeas, según sus características personales. Algunos estudiaron en Roma, otros en París, otras en Irlanda y Sam fue enviado, con su hermano, al Royal Naval College a estudiar en Inglaterra a los 9 años. No sabemos mucho de cómo se sintió Sam, este chiquito mimado y un poco tímido cuando se enfrentó con una nueva vida, solo y sin amigos. Los chicos de su edad vivían en un buque anclado cerca del muelle, utilizado como buque escuela y sabemos que no pudo completar sus estudios ya que un día le dijeron que el padre había muerto y regresó a Buenos Aires.
Sam, como le decían, era el menor de los once hermanos Mulhall de Buenos Aires y su padre Eduardo, junto con su tío, Michael, habían fundado el diario inglés "The Standard", un periódico en inglés que nutría a la comunidad británica en el exterior con todas las noticias del Río de la Plata. El abuelo Eduardo pensaba que lo mejor que podía darles a sus hijos era una buena educación y los envió a estudiar de dos en dos a diferentes capitales europeas, según sus características personales. Algunos estudiaron en Roma, otros en París, otras en Irlanda y Sam fue enviado, con su hermano, al Royal Naval College a estudiar en Inglaterra a los 9 años. No sabemos mucho de cómo se sintió Sam, este chiquito mimado y un poco tímido cuando se enfrentó con una nueva vida, solo y sin amigos. Los chicos de su edad vivían en un buque anclado cerca del muelle, utilizado como buque escuela y sabemos que no pudo completar sus estudios ya que un día le dijeron que el padre había muerto y regresó a Buenos Aires.
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