En primer lugar, a los que vienen de visita a este blog, les confieso que ha sido ampliamente ahora superado por el grupo de Facebook "Descendientes Mulhall Eborall". Todo surgió por la magia del entusiasmo de mi hermano Luis que, sin que nadie se lo pida, recordó que Tiny Mulhall (hija de Hope y prima hermana de mi mamá), le había comentado que en el depósito de la Ciudad de Buenos Aires había un busto de nuestro bisabuelo, Edward T. Este busto había sido donado por los sucriptores del Standard a la muerte de Edward en 1930 y había permanecido en el edificio del Standard hasta que cerró. El diario ya no pertenecía a los Mulhall, sino a los Dougall, y fueron ellos los que, ante el cierre del diario, decidieron donarlo a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires para que lo coloquen en la Plaza del Periodista en la calle Esmeralda, cerca del viejo edificio del diario. Lamentablemente, todo esto se estiró muchos años y recién en el año 1982 se inauguró dicha plaza. Como Mulhall era (para todos los que no diferencian entre irlandes, ingleses, galeses y escoceses) un inglés, no lo quisieron colocar en la plaza y fue puesto en el depósito. Esto, en realidad, fue una bendición ya que no creo que busto hubiese durado mucho en esa plaza porque es de bronce macizo y hubo muchos robos de monumentos en Buenos Aires durante muchos años. De hecho, ya es difícil encontrar un busto de bronce en las plazas por que se los roban... El busto de Edward estaba en un pedestal muy lindo con unas placas de bronce y tanto el pedestal como las placas, desaparecieron. Mi hermano Luis, decidió recuperar el busto y comenzó una serie de gestiones con la Ciudad de Buenos Aires con tan increible persistencia que, finalmente, se lo devolvieron, como representante de la familia. Es por eso que estuvo unos meses en el garage de la casa de Luis (abajo una foto de Connie abrazando a Edward) hasta que, finalmente, hemos encontrado un lugar digno para ponerlo a descansar. Está en la Quinta de los Ombués en San Isidro y se podrá visitar de aquí en adelante. Le compramos un pedestal, que no se parece en nada al original, pero ahí está Eduardo, de vuelta en un lindo lugar y a la vista de todos los descendientes que lo quieran visitar. Hubiésemos preferido poner el busto en la UDESA, donde está la colección original de los anuarios del STANDARD, pero no conseguimos lo acepten. El 27 de noviembre 2014 haremos un gathering de la familia y nos encantará conocer a los descendientes de sus 11 hijos, muchos de los cuáles ni siquiera conocen la historia. Trataremos de contarla en esa oportunidad.

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El escudo de los Mulhall
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Edward T y Connie en el garage de Luis - paso intermedio - 7-2014 |
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